Cuenta la leyenda que las tres hijas de un agricultor contratado para desarrollar la finca Quinta do Casalinho dieron nombre a este vino. Se trataba de María Aurora, María Isabel y María Eduarda. Esta última trabajó en Caves Casalinho desde su fundación, y debido a la buena relación entre el agricultor y el terrateniente, el nombre se le dio en homenaje a sus Tres Marías.